Cómo mantener tu frigorífico en verano

Durante el verano es muy común llegar a casa y abrir el frigorífico para refrescarnos bebiendo agua fría. La sorpresa llega cuando comprobamos que los productos de nuestra nevera no están lo suficientemente fríos. Conseguir que nuestro frigorífico tenga la temperatura adecuada y se encuentre en perfecto estado es más sencillo de lo que parece.

La temperatura ideal del frigorífico en verano

El calor de esta época del año nos invita a querer tomar productos más fríos. En consecuencia, terminamos llenando nuestra nevera con más alimentos y bebidas. Esta sobrecarga puede perjudicar tanto la temperatura como el estado del frigorífico.

 

Es importante que saquemos el máximo rendimiento al espacio de las repisas y los cajones, así como en los compartimentos de la puerta del refrigerador. Si acumulamos comida sin dejar espacio será imposible que pueda circular el aire necesario para mantener una temperatura adecuada.

 

También es fundamental la distribución que hacemos de los alimentos dentro del frigorífico. Los espacios de la puerta suelen ser los menos fríos y se destinan a bebidas, margarinas o salsas. Frutas, verduras y alimentos perecederos tienen su lugar reservado en los cajones o estantes más bajos, que son los más adecuados para mantener el frío. En los estantes intermedios y superiores podemos colocar los productos que necesitan conservarse en frío una vez abiertos.

 

Con estas pequeñas acciones podemos conseguir que nuestro frigorífico mantenga los productos en buen estado de conservación. Debemos olvidar la idea de poner más frío a la nevera para que los alimentos se conserven mejor. Reducir los grados del frigorífico no siempre va a conseguir que la temperatura sea la más adecuada. 

 

Siguiendo estas sencillas pautas podemos configurar la temperatura ideal del frigorífico entre 3° y 5°. Si hablamos del congelador podemos marcar un rango entre los -15° y -22°, aunque la temperatura perfecta sería de -18°.

5 consejos para mantener el frigorífico durante el verano

El verano es probablemente la etapa del año en la que más averías se producen en frigoríficos y congeladores. Las altas temperaturas, y a veces un mal uso, provocan que la época estival sea propicia para que se estropeen estos electrodomésticos.

 

Mantener el frigorífico durante el verano no es tan complicado como pueda parecer. Siguiendo unos consejos podemos alargar la vida de nuestra nevera y sacar el máximo rendimiento de su consumo:

 


  1. A más calor, más veces recurrimos al frigorífico. Es inevitable en muchas ocasiones. Abrir la puerta de la nevera continuamente no favorecerá la conservación de los alimentos. Lo mejor será intentar abrirla cuando sea necesario y asegurarnos siempre de que la puerta queda bien cerrada.
  2. Configurar nuestro frigorífico a menor temperatura no conlleva que la nevera enfríe más o conserve mejor los productos. Como decíamos anteriormente, resulta fundamental aprovechar bien los espacios y no amontonar la comida.
  3. Meter alimentos calientes en la nevera aumentará la temperatura del frigorífico y tardará más tiempo en refrigerar. Este consejo es aplicable tanto en verano como en invierno.
  4. Cuando lleguen tus vacaciones, intenta vaciar el frigorífico y utiliza el modo ahorro de energía de tu nevera o configura la temperatura en torno a los 14 grados.
  5. Limpiar regularmente el frigorífico, además de mejorar el consumo eléctrico, facilita su mantenimiento impidiendo el deterioro del mismo y la consecuente pérdida de frío. La formación de hielo provoca el calentamiento del interior del frigorífico, de ahí la importancia de limpiar nuestra nevera con cierta frecuencia.

 

En definitiva, mantener nuestro frigorífico durante el verano depende en gran medida de nosotros mismos. Unas simples acciones pueden alargar la vida de nuestra nevera y tener siempre nuestros alimentos en perfecto estado sea cual sea la época del año.